Archive for the 'Antecedentes históricos' Category

22
Mar
10

Movimiento obrero y campesino 1901-1905

Bajo la consigna de «¡Abajo la autocracia zarista!», el movimiento obrero ruso había pasado de las huelgas económicas a las políticas y a la etapa de las manifestaciones, reivindicando las libertades democráticas. Este intenso movimiento obrero con expresiones revolucionarias era la respuesta a la crisis industrial de superproducción, precipitada en Europa a fines del siglo XIX, y en Rusia a inicios el siglo XX, entre 1900 y 1903; con el cierre de 3.000 grandes y pequeñas empresas y la desocupación de 100.000 obreros.

La huelga del Primero de Mayo de 1901 en la fábrica de material de guerra «Obujov», en Petersburgo; las grandes huelgas de marzo de 1902, de los obreros de Batum, conducidas por su Comité socialdemócrata, en vinculación con las masas campesinas de Transcaucasia; la de Rostov del Don, con más de 30.000 obreros, con mítines y manifestaciones imposibles de ser contenidas por la policía y los cosacos. Las huelgas políticas de masas de 1903, que crecen en proporción y en organización, en Transcaucasia, en Bakú, Tiflis, Batum; en Ucrania, Odessa, Kiev, Ekaterinoslav, dirigidas por Comités socialdemócratas; nos hacen ver el grado y nivel de organización del movimiento obrero que para 1902, repercutirá entre los campesinos de Ucrania y la región del Volga, con levantamientos, incendio de fincas, el apoderamiento de tierras y el ajusticiamiento de terratenientes odiados. Pese a la represión que cobra cientos de dirigentes y campesinos detenidos, el movimiento campesino revolucionario irá en ascenso. Seguir leyendo ‘Movimiento obrero y campesino 1901-1905’

20
Mar
10

Abolición de la servidumbre

Hasta 1861 Rusia mantuvo jurídicamente una sistema anacrónicopropio del Antiguo Régimen. Una enorme masa de campesinos permanecía sujeta a la tierra por lazos jurídicos repartida en dos grupos: el primero, compuesto por los siervos esatales y eclesiásticos (unos 22 millones más otros 2 pertenecientes a la corte); y el segundo, que dependía de la nobleza e integrado por unos 80 millones de almas.

El zar Alejandro II (1855-1881), vislumbrando los problemas que orginaba esta situación, aconsejado por sus colaboradores más progresistas, acometió una serie dereformas, fundamentalmente la agraria, necesaria si se quería iniciar la industrialización del país.

El decreto (ukase) de emancipación permitió a los campesinos ladesviculación jurídica de sus señores y el trabajo de los campos que antes laboreaban como vasallos. Los lotes de tierra procedentes del reparto, no obstante, debían ser pagados por esos campesinos junto con la redención de sus antiguas obligaciones feudales. La nobleza recibió el importe total del costo de manos del Estado mediante bonos por un monto equivalente al 90% de la tasación de las tierras enajenadas. Éstas fueron sobrevaloradas, lo que condujo a que el colono adquiriese caras las fincas que supuestamente ahora le pertenecian a costa de su endeudamiento. Seguir leyendo ‘Abolición de la servidumbre’

20
Mar
10

El Iskra

Iskra («La Chispa») fue un periódico político de los emigrantes socialistas de Rusia. La primera edición fue publicada en Leipzig (Alemania) en1900. Otras ediciones fueron publicadas en Múnich (Alemania), Londres (Reino Unido) y Ginebra (Suiza). En 1903 el periódico estaba dirigido por los mencheviques y fue publicado hasta 1905. La media de tirada fue de 8.000 ejemplares.

El lema de Iskra era «Из искры возгорится пламя» (“De una chispa el fuego se reavivará”), una línea de la respuesta [1] que Vladímir Odóyevski escribió al poema [2] de Aleksandr Pushkin dirigido a los «Decembristas» antizaristas hechos prisioneros en Siberia.

Varios miembros del equipo directivo se involucraron más tarde en la revolución bolchevique de octubre de 1917.

Miembros del primer equipo directivo:

Posteriormente:

Impresión: Blumenfeld.

Entre quienes financiaban el periódico estaSavva Morozov

Información:

http://es.wikipedia.org/wiki/Iskra

20
Mar
10

Partido Obrero Social Demócrata

La fundación de este partido fue preparada desde 1883 por el grupoEmancipación del Trabajo creado por los los primeros marxistas rusos, comoGeorgi Plejánov, quienes polemizaron con las demás tendencias revolucionarias que se oponían al zarismo y en particular con los llamadosAmigos del Pueblo o «populistas». Con el desarrollo del capitalismo en Rusia, la clase obrera se había convertido en una poderosa fuerza, y los marxistas consideraban que le correspondía encabezar la lucha revolucionaria de las masas, en lugar de propiciar atentados terroristas. Igualmente, pensaban que la misión de los revolucionarios no consistía en impedir el desarrollo del capitalismo sino en «organizar la poderosa fuerza revolucionaria que engendra el desarrollo del capitalismo que es la clase obrera».

Los marxistas pasaron entonces a organizar en varios lugares uniones de lucha por la emancipación de la clase obrera, que propiciaron la creación desindicatos clandestinos de trabajadores y dirigieron huelgas. Al convocarse elprimer congreso del POSDR ya los socialdemócratas incidían en la vida rusa y el gobierno zarista los perseguía, al punto de que el dirigente de la Unión de Lucha de San Petesburgo, Lenin no pudo asistir la congreso por haber sido deportado a Siberia y el Comité central formado en el congreso fue detenido poco después de su constitución. Seguir leyendo ‘Partido Obrero Social Demócrata’

20
Mar
10

Divergencias del Segundo Congreso

La escisión iba a enconarse más tarde en profundas divergencias programáticas sobre la naturaleza de la próxima revolución en Rusia; en 1917 esas divergencias acabarían siendo fronteras de clase. Y sin embargo no se expresaron al comienzo sobre cuestiones programáticas generales, sino esencialmente sobre cuestiones de organización.

Los principales puntos del orden del día del Congreso eran los siguientes:
– adopción de un programa
– adopción de los estatutos
– confirmación de Iskra como el “órgano central” (literalmente esto quería decir que era la publicación dirigente del partido, aunque se aceptaba en general que el equipo editorial deIskra fuera también el órgano central del partido en sentido político, puesto que el Comité central establecido por el congreso debía cumplir una función principalmente organizativa en el interior de Rusia).

La discusión sobre el programa ha sido en gran parte ignorada por la historia; inmerecidamente de hecho. Ciertamente, el programa de 1903 reflejaba fuertemente la fase de transición en la vida del capitalismo –el ocaso entre la ascendencia y la decadencia, y en particular la expectativa de algún tipo de revolución burguesa en Rusia (aunque no fuera dirigida por la burguesía). Pero hay más que eso en el programa de 1903: en ese momento era el primer programa marxista que usaba el término dictadura del proletariado –un asunto significativo puesto que uno de los temas explícitos del congreso iba a ser el combate contra el “democratismo” en el partido y en el proceso revolucionario (Plejanov por ejemplo, argumentaba que, llegado el momento, un gobierno revolucionario no debería tener ninguna vacilación en dispersar una asamblea constituyente de mayoría contrarrevolucionaria, como iban a plantear los bolcheviques en 1918 –aunque, para entonces, Plejanov se había convertido en un fanático defensor de la democracia contra la dictadura del proletariado). La cuestión de la “dictadura” también estaba vinculada al debate sobre la conciencia de clase; como los consejistas en un periodo posterior, Akimov vio el peligro de una dictadura del partido sobre los obreros precisamente en una fórmula de Lenin sobre la conciencia en Qué hacer. Ya hemos tratado brevemente este debate antes; pero sobre la discusión en el Congreso –particularmente las críticas de Martinov a las posiciones de Lenin– habremos de volver en otro artículo, porque, aunque pueda parecer sorprendente, la intervención de Martinov es una de las más teóricas de todo el Congreso, y plantea muchas críticas correctas a las formulaciones de Lenin, aunque nunca llegara a abordar la cuestión central. Pero no fue este el asunto que llevó a la escisión de la corriente de Iskra. Al contrario, en ese momento, en las sesiones, los iskristas estaban unidos en defensa del programa, y también de la necesidad de un partido unido, contra las críticas del ala derecha, elementos declaradamente democratistas, que rechazaban el término mismo de “dictadura del proletariado”, y que en cuestiones organizativas favorecían la autonomía local contra las decisiones tomadas de manera centralizada. Seguir leyendo ‘Divergencias del Segundo Congreso’

20
Mar
10

Movimiento obrero: congreso de 1903

En Rusia, el movimiento obrero, aunque más joven y menos desarrollado que el movimiento en occidente, también sentía las mismas presiones y contradicciones. Como los revisionistas en el SPD, Struve, Tugan-Baranowski y otros, propagaron una versión “inofensiva” del marxismo –un marxismo “legal” que vaciaba la visión del mundo del proletariado de su contenido revolucionario y lo reducía a un sistema de análisis económicos. En esencia el marxismo legal argumentaba a favor del desarrollo del capitalismo en Rusia. Esta forma de oportunismo, aceptable para el régimen zarista, no tuvo mucho impacto en los trabajadores rusos, que encaraban unas condiciones espantosas de pobreza y de represión, y difícilmente podían posponer la defensa inmediata de sus condiciones de vida cuando se les imponía una forma extremadamente brutal de industrialización capitalista. En esas condiciones, empezó a arraigar una forma más sutil de oportunismo –la tendencia que se llamó “economicismo”. Como los bernsternianos, para quienes “el movimiento es todo y el objetivo nada”, los “economicistas”, como los que se agrupaban en torno al periódico Rabochaia Mysl, también adoraban al movimiento inmediato de la clase; pero como no había ningún terreno parlamentario de que hablar, este inmediatismo se restringía mayormente a la lucha día a día en las fábricas. Para los economicistas, los trabajadores estaban principalmente interesados por el pan y nada más. La política para esta corriente se reducía principalmente a tratar de conseguir un régimen parlamentario burgués y se daba esencialmente una tarea de oposición liberal. Como planteaba el credo economicista, escrito por YD Kuskova, “para los marxistas rusos hay solamente una línea: participar, proporcionando asistencia, en la lucha económica del proletariado; y en la actividad de la oposición liberal”. En esta visión extremadamente estrecha y mecánica del movimiento proletario, la conciencia de clase, para desarrollarse a gran escala, tenía, en cualquier caso, que emerger más o menos de un incremento de las luchas económicas. Y puesto que la fábrica o la localidad eran el terreno de esas escaramuzas inmediatas, la mejor forma de organización para intervenir en ellas era el círculo local. Esto era también una forma de volcarse ante el hecho inmediato, puesto que el movimiento socialista ruso durante las primeras décadas de su existencia estuvo disperso en una plétora de círculos locales aislados, diletantes, y a menudo transitorios, que apenas estaban conectados entre sí.

Oponerse a la tendencia economicista fue el principal objetivo del libro de Lenin ¿Qué hacer?, publicado en 1902. Lenin argumentó contra la idea de que la conciencia socialista surgiera simplemente de la lucha diaria; y planteó que se requería que la clase obrera interviniera en el terreno político. La conciencia socialista no podía engendrarse meramente de la relación inmediata entre patronos y trabajadores, sino únicamente de la lucha global entre las clases-y así de la relación más general entre la globalidad de la clase obrera y la clase dominante, y también de la relación entre la clase obrera y todas las demás clases oprimidas por la autocracia

El desarrollo de la conciencia revolucionaria de clase requería, en especial, la construcción de un partido unificado, centralizado y declaradamente revolucionario; un partido que tenía que ir más allá del estadio de círculos y de la estrechez de miras y el espíritu de círculo personalista que significaba. En contra de la visión economicista que reducía el partido a un mero accesorio, o “cola” de la lucha económica, apenas distinto de otras formas de organización obrera más inmediatas como los sindicatos, un partido proletario debía existir sobre todo para conducir al proletariado del terreno económico al terreno político. Para estar preparado para esta tarea, el partido tenía que ser una “organización de revolucionarios” mas que una “organización de trabajadores”. Mientras que en esta última, el único criterio para participar era ser un trabajador que busca defender intereses de clase inmediatos, la primera tenía que estar compuesta de “revolucionarios profesionales” , militantes revolucionarios que trabajaban de mutuo acuerdo sin considerar sus orígenes sociológicos.

Por supuesto el Qué hacer de Lenin es sobre todo conocido por la formulación de Lenin sobre la conciencia, especialmente por haber recogido de Kautsky la noción de que la “ideología” socialista es producto de los intelectuales de la clase media, lo que llevaba a la concepción de que la conciencia de la clase obrera es “espontáneamente” burguesa. Se ha dicho mucho sobre esos errores, que en cierto modo son la imagen refleja del economicismo y una real concesión a una visión puramente inmediatista, en la que se ve la clase obrera sólo tal como es en un momento dado, en los centros de trabajo, más que como una clase histórica, cuya lucha contiene también la elaboración de la teoría revolucionaria. Lenin corrigió pronto la mayoría de estos errores –en realidad ya había comenzado a hacerlo en el IIº Congreso. Fue ahí donde admitió por primera vez “haber torcido demasiado la dirección” en su argumento contra los economicistas, y afirmó que ciertamente los obreros podían participar en la elaboración del pensamiento socialista, señalando también que, sin la intervención de los revolucionarios, la conciencia de clase que emerge espontáneamente está constantemente tratando de ser desviada hacia la ideología burguesa por la interferencia activa de la burguesía. Lenin iba a llevar más lejos estas clarificaciones tras la experiencia de la revolución de 1905. Pero en cualquier caso, el punto central de su crítica del economicismo sigue siendo válido: la conciencia de clase sólo puede ser la comprensión del proletariado de su posición histórica y global, y no puede alcanzar madurez sin el trabajo organizado de los revolucionarios. Seguir leyendo ‘Movimiento obrero: congreso de 1903’

20
Mar
10

Intervencion bolchevique en el Congreso de 1903

  • En el Congreso de Londres celebrado en 1903, los bolcheviques se erigieron -bajo el
  • liderazgo de Lenin- en el sector mayoritario , frente a los más moderados, los mencheviques, denominados a partir de entonces “minoritarios” .
  • Los bolcheviques eran partidarios de la implantación de la dictadura del proletariado teorizada por Carlos Marx y de la unión de obreros y campesinos como fórmula para conseguir la destrucción del zarismo y la conquista del poder.

    LOS BOLCHEVIQUES

    • La división se produjo en el Segundo Congreso del partido, celebrado en Bruselas y Londres en 1903. Las tesis propuestas por Lenin fueron:
    • La lucha por la dictadura del proletariado como instrumento necesario de la revolución para avanzar hacia el socialismo.
    • La alianza de la clase obrera con el campesinado para derribar la autocracia rusa, llevar a término los objetivos democráticos de la revolución y enfrentar las vacilaciones y traiciones de la burguesía.
    • La liquidación de los latifundios terratenientes y la entrega de la tierra a los campesinos.
    • El reconocimiento del derecho a la autodeterminación de las naciones oprimidas por Rusia.
    • La condición de pertenecer a una organización del partido para ser considerado miembro de él.

    Información:

    http://bolchevismosevilla.blogspot.com/2007/05/eurocomunismo-y-transicin-ii.html

    20
    Mar
    10

    Bolchevismo ante el Zarismo

    Antes de la revolución rusa se vivía un tiempo de enorme malestar. Los grandes terratenientes eran dueños de la vida y la muerte de miles de siervos, mientras que ellos se pasaban el tiempo malgastando su dinero en el extranjero. Esta situación se vio apaciguado con el decreto de Alejandro II, el cual liberó a unos cincuenta millones de siervos y le concedió a cada uno de ellos, tierras que antes pertenecían al zar y a la aristocracia terrateniente. Dado a esto se puede considerar que Alejandro II era el menos autocrático de los monarcas rusos, ya que Alejandro devolvió la dignidad humana a los campesinos. Además este monarca moderó la censura a la prensa, introdujo jueces inmóviles, jurados para la primera instancia, audiencias públicas y jueces de paz elegidos. También creó los zemstvo (asambleas electivas de distrito, encargadas de la sanidad, educación y agronomía), otorgó alguna autonomía a las universidades, favoreció la industria y construyó veintidós mil kilómetros de ferrovias. Con lo anteriormente expuesto pareciese que la situación que vivía Rusia se vio sólo mejorada por el actuar del monarca, pero no todo en el zar era bondad. Organizó la policía secreta de la chancillería imperial, con fortalezas en San Petersburgo, destierros y prisiones en Siberia, los cuales constituyeron un gran símbolo de los abusos del gobierno zarista, con una policía omnipotente y encarcelamientos a la orden del día.

    A través de un mayor análisis acerca del actuar monárquico, se puede criticar que las reformas emprendidas llegaron demasiado tarde. Estas ya nos podían convencer al pueblo ruso y además muchas de estas reformas eran difíciles de ejecutar.

    El punto más importante de la reforma, el cual era la liberación de los siervos, lo cual en principio es beneficioso, a la larga traía consigo miseria, ya que las parcelas que se le concedían eran más reducidas que las de antes. Luego se dieron cuenta que los campesinos eran incapaces de rembolsar los préstamos efectuados. Estos dos problemas hicieron aun más penosa la existencia, agudizando el descontento. Las deudas no les permitían trabajar adecuadamente la poca tierra que tenían, a demás no tenían dinero para comprar los materiales necesarios y la agricultura rusa decayó, en lugar de convertirse -como el zar esperaba- en el gran foco de la economía rusa.

    Este malestar de los campesinos estalló en el seno de otras clases sociales, especialmente los jóvenes, que mantenían largas discusiones filosóficas. Algunos de ellos se declaraban “nihilistas” y rechazaban todas las opiniones recibidas con anterioridad en el aspecto religioso, económico y social, otros se denominaban “anarquistas” quienes se proponían abolir todos los poderes del Estado y finalmente otros de declaraban “hombres del pueblo” quienes sostenían activa lucha contra el orden establecido. Estos últimos dirigían guerrillas sangrientas contra la aristocracia y la burocracia rusa.

    El zar comenzó a vivir constantemente bajo la amenaza de bombas, muriendo finalmente a causa de una en 1881. Su hijo y sucesor Alejandro III, fue el más déspota de los autócratas rusos. Proclamo que su reinado era personal, que obedecía directamente la voz de Dios. Seguir leyendo ‘Bolchevismo ante el Zarismo’

    20
    Mar
    10

    Polémica en 1903

    La división se produjo en el Segundo Congreso del partido, celebrado en Bruselas y Londres en 1903. Las tesis propuestas por Lenin fueron:

    1. La lucha por la dictadura del proletariado como instrumento necesario de la revolución para avanzar hacia el socialismo.
    2. La alianza de la clase obrera con el campesinado para derribar la autocracia rusa, llevar a término los objetivos democráticos de la revolución y enfrentar las vacilaciones y traiciones de la burguesía.
    3. La liquidación de los latifundios terratenientes y la entrega de la tierra a los campesinos.
    4. El reconocimiento del derecho a la autodeterminación de las naciones oprimidas por Rusia.
    5. La condición de pertenecer a una organización del partido para ser considerado miembro de él.
    6. La necesidad de construir un partido cuya organización interna se basara en el «centralismo democrático«, con militantes profesionales, que garantizasen la homogeneidad ideológica y la capacidad de organización, quienes debían portar como programa revolucionario que el proletariado conquistara el poder político (dictadura del proletariado), para llevar a cabo la revolución.
    7. Seguir leyendo ‘Polémica en 1903’
    19
    Mar
    10

    La guerra ruso-japonesa

    En febrero de 1904 estalló la guerra ruso-japonesa, motivada por dos causas. Por un lado, debido al interés del zarismo de desviar el descontento popular hacia un motivo exterior. El Ministro del Interior, Pleve, había escrito en una carta al Ministro de Defensa poco antes de caer durante un atentado terrorista: “Para evitar la revolución, lo que nos hace falta es una pequeña guerra victoriosa”. Pero también estaban las reales contradicciones entre el interés imperialista del zarismo y el de Japón. Pese a su carácter general atrasado, a su aparato político semi-feudal y al control de su economía por parte de los capitales financieros francés e inglés, el zarismo mostraba ambiciones imperialistas, controlando colonialmente a Polonia, los Estados Bálticos, Finlandia, el Cáucaso, los territorios de extremo oriente y Asia Central. Este interés de control se extendía hacia Turquía, Persia y, especialmente, China. El zar ordena la invasión de Manchuria, en territorio chino, tras lo cual se origina la respuesta japonesa.
    Los japoneses consideraron esta ocupación como un intento de bloquearles su expansión hacia el Asia continental. Luego que el partido pro-guerra tomó el control del gobierno japonés en el verano (nuestro invierno) de 1903, Japón estuvo listo para avanzar y atacó la flota rusa en Port Arthur, la cual cayó once meses después, luego de una encarnizada lucha que costó la pérdida de 28.200 soldados rusos.
    Tras un breve período de entusiasmo patriótico, en Rusia empieza a manifestarse un sentimiento derrotista. La “pequeña guerra victoriosa” que pretendía el zarismo, se convierte en su contrario: una guerra que acelera el derrumbe del régimen y el desarrollo de una situación revolucionaria en Rusia.
    Mencheviques y bolcheviques no respondieron de igual modo a la guerra. Los primeros sostuvieron una posición pacifista, mientras los bolcheviques plantearon una política abiertamente derrotista. Las diferencias se hicieron más evidentes en cuanto a la posición asumida frente a la burguesía liberal, la cual después de un momento inicial de apoyo “patriótico”, abierta o encubiertamente, tenía expectativas en que una derrota del zarismo obligase al régimen a impulsar reformas.

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